jueves, 24 de noviembre de 2011

LA CREACIÓN




El Creador primero creó el cielo, y por tanto a los mismos ángeles. Estos son los guerreros, siervos y mensajeros del Creador. Sus ayudantes celestiales.

Para formar el mundo visible, el Creador sacó primero de la nada todo la materia de que se componen los cuerpos. Luego organizó el universo, procediendo por partes y por periodos sucesivos de tiempo, que se llamó los seis días de la creación.

Dios, con su omnipotencia, hubiera podido crearlo todo en un instante y con sólo quererlo, pero su prefirió organizar el universo en periodos sucesivos de tiempo. Al fin y al cabo, el Creador es un “hombre” de ciencias y quería observar cómo se desarrollaba su experimento.



LOS SEIS DÍAS DE LA CREACIÓN

El primer día dijo Dios: "Que la luz sea" y la luz fue. Después separó la luz de las tinieblas, dio a la luz el nombre de día y las tinieblas el de noche. Entonces despertó a los ángeles, dándoles forma con la luz que acababa de crear y les asignó misiones para que le ayudaran con su obra. Lucifer fue el primer ángel que despertó y por ello fue el más perfecto de todos. Tras el creo al resto y los puso a trabajar según iban despertando.

El segundo día creó el firmamento, que llamó cielo. Lucifer se encargó de llenarlo de estrellas, pero cuando terminó se quedo sin nada que hacer. Entonces tuvo lugar la rebelión y la Caída, la primera guerra civil en el cielo.

El tercer día, solucionado ya el problema de los rebeldes, reunió las aguas que cubrían la superficie de la tierra y formó con ellas el mar; después hizo aparecer el suelo árido que llamó tierra. A su palabra se cubrió la tierra de plantas y árboles de toda especie.




El cuarto día creó los astros que brillan en el firmamento, entre ellos ese sol, globo inmenso de luz que alumbra el mundo, presidiendo al día, y la luna, para alumbrar y presidir de noche para restarle brillo a las estrellas que Lucifer había encendido antes de su Caída.

El quinto día creó los peces y las aves, que luego bendijo diciendo: "Crecer y multiplicaos; que los peces llenen las aguas del mar, y las aves se multipliquen en la tierra."

El sexto día dijo Dios: "Que la tierra produzca animales vivos de toda especie; " y enseguida aparecieron animales de muchas formas.

El séptimo día decidió descansar y contemplar su obra.

Entonces el Creador vio que tenía un mundo, pero quiso crear entonces a un hijo predilecto para que disfrutase del mundo que había creado, ya que en este mundo aún habitaban los ángeles que expulsó el segundo día del cielo y su superioridad sobre el resto de las criaturas era claramente muy obvia, pese a haber perdido parte de su luz con el descenso. Tras darle muchas vueltas al problema decidió crear un ser lo más parecido a él mismo. Entonces creo al primer hombre, que llamó Adán, quizás porque fue hecho con arcilla, de donde viene su nombre, pues lo moldeó en tierra, inspiró en él la vida, y le entregó un alma racional, e inmortal. Dios quedó entonces asombrado de su misma creación, y le permitió poner nombre a cada una de las criaturas que él mismo había creado sobre la Tierra.



Hasta entonces, Adán era el único ser de la tierra creado a imagen y semejanza de Dios, pero Dios se percató que no era bueno que el hombre estuviese solo, y fue entonces Dios creó a la primera mujer. Fue un intento fallido, así que cambió el método para crear la segunda, esta vez de la costilla del hombre. Y el hombre al verla exclamó lleno de gozo: "¡Esto si es hueso de mis huesos y carne de mi carne¡" Entonces el Creador decidió que a partir de entonces el hombre dejaría a su padre y a su madre, para vivir unido junto a una mujer. Ese fue el comienzo de los tiempos. Y a la segunda mujer la llamó Eva, que significa madre de todos los hombres.
En seguida, al Creador se le ocurrió crear el matrimonio y al entregar a Eva a Adan por compañera, los unió instruyéndoles la sociedad doméstica, fundamento de todas las demás. El Creador, muy satisfecho con su obra, les dio su bendición y dijo: "Creced y multiplicaos, llenad la tierra y dominad en ella."




Descubrimiento de América

Descubrimiento de América


Primer desembarco de Cristóbal Colón en América (1862) obra del pintor español Dióscoro Puebla (1831-1901); una visión romántica de la llegada de Cristóbal Colón a América.

La expresión descubrimiento de América se usa habitualmente para referirse a la llegada a América de un grupo expedicionario español que, representando a los Reyes Católicos, partió desde el Puerto de Palos, comandado por Cristóbal Colón, y llegó el viernes 12 de octubre de 1492 a una isla llamada Guanahaní. Los viajes de los portugueses a India siguiendo la costa Africana significaron un estímulo para otros navegantes europeos que creían que era posible llegar a las regiones del Asia oriental navegando hacia el oeste. Cristóbal Colón fue partidario de esta hipótesis. Apoyado por la monarquía española, organizó un viaje de exploración que lo condujo a la costa americana en 1492. Cristóbal Colón creía que había llegado al continente asiático, denominado por los europeos Indias y murió sin saber que había llegado a un continente desconocido por los europeos.




La expresión «descubrimiento de América» para referirse a la llegada de Colón al continente americano ha sido criticada por diversos sectores, culturas y estudiosos, dando lugar a un amplio y apasionado debate. El l encuentro de los españoles con las culturas americanas que habitaban esas tierras, así como las relaciones y conflictos inmediatos entre indígenas y españoles que ese encuentro produjo.



Se trata de uno de los momentos cumbres de la historia universal porque significó el encuentro de dos mundos humanos que se habían desarrollado independientemente, sin que uno conociera la existencia del otro.

Jueves 11 de octubre: A las dos horas después de media noche pareció la tierra de la cual estarían dos leguas amainaron todas las velas, y quedaron con el treo, que es la vela grande sin bonetas, temporizando hasta el día viernes, que llegaron a una islita de los Lucayos, que se llamaba en lengua de indios Guanahaní. Luego vinieron gente desnuda, y el Almirante salió a tierra en la barca armada, y Martín Alonso Pinzón y Vicente Yáñez, su hermano, que era capitán de la Niña. Sacó el Almirante la bandera real y los capitanes con dos banderas de la Cruz Verde, que llevaba el Almirante en todos los navíos por seña, con una F y una Y: encima de cada letra su corona, una de un cabo de la cruz y otra de otro. Puestos en tierra vieron árboles muy verdes y aguas muchas y frutas de diversas maneras. El Almirante llamó a los dos capitanes y a los demás que saltaron en tierra, y a Rodrigo de Escobedo, escribano de toda la armada, y a Rodrigo Sánchez de Segovia, y dijo que le diesen por fe y testimonio cómo él por ante todos tomaba, como de hecho tomó, posesión de la dicha isla por el Rey y por la Reina sus señores, haciendo las protestaciones que se requerían, como más largo se contiene en los testimonios que allí se hicieron por escrito. Luego se ajuntó allí mucha gente de la isla.


 La isla estaba habitada por el pueblo Cucayo o Taíno.

La llegada de Cristóbal Colón supuso el comienzo de la conquista de América, cuya primera campaña fue la de Cuba (por Velázquez), a la que siguió la del Imperio mexica (por Hernán Cortés), la del Imperio inca (por Francisco Pizarro), etc., hasta su finalización definitiva tras los decretos de Felipe II de abolición de la conquista. A partir de aquí comenzará la llamada «colonización de América», abierta por holandeses, franceses, etc., cuya diferencia radica en el hecho de no establecerse por campañas, sino por factorías de interés comercial (contrario a la Monarquía hispánica, con deseos de crear otras Españas en todos los sentidos, tanto jurídicamente, administrativamente, etc.).

Los simbolos patrios

Los Símbolos de la Patria, también conocido como los 'símbolos patrios', son los elementos representativos de la República de Panamá. Son reconocidos tanto a nivel nacional como a nivel extranjero como sinónimos tanto de Panamá como de la nacionalidad panameña.


El origen del término proviene del artículo 6 de la Constitución Nacional de panamá de 1941 "Son símbolos de la Nación: el himno, la Bandera y el Escudo de Armas. Además de este enunciado, por ejemplo en la Constitución Nacional de Panamá de 1946 en su artículo 6 muestra lo siguiente: "Son símbolos de la Nación: el himno, la Bandera y el Escudo de Armas adoptados con anterioridad al año de 1941." Esto de a entender que tanto la segunda versión de la Bandera de Panamá, el Escudo de Armas y el Himno Nacional fueron oficialmente reconocidos antes de ese año y se ratifican en 1941. El Águila Harpía fue declarada Ave Nacional de la República de Panamá según Ley 18 del 10 de abril de 2002.

La Bandera de la República de Panamá es el más conocido e importante de los símbolos patrios de la República de Panamá. Consiste en un rectángulo dividido en cuatro cuarteles: el superior izquierdo es una estrella azul de cinco puntas sobre fondo blanco; el superior derecho es de color rojo; el inferior izquierdo es de color azul; y el inferior derecho es una estrella roja de cinco puntas sobre fondo blanco.

En el marco de la celebración de las fiestas patrias, cada 4 de noviembre se celebra en Panamá el Día de la Bandera, como fiesta nacional. Con motivo de esta gran celebración se realizan actos conmemorativos como desfiles y ceremonias, en los cuales se le rinde tributo a la bandera

Diseño original de la bandera, según Manuel E. Amador.

Debido a la necesidad urgente de tener un emblema nacional para la causa, y el rechazo del prototipo de Bunau-Varilla, la bandera panameña nació en la clandestinidad de la noche del 1 de noviembre de 1903 y surgió casi de inmediato de la imaginación de Manuel Encarnación Amador, hijo de Manuel Amador Guerrero, quien tenía una reconocida habilidad como dibujante y que a pedido de sus padres le fue asignada dicha tarea.




Según Manuel E. Amador, la bandera representaba el momento político de la época, mostrando a los dos partidos tradicionales del Istmo (el partido Liberal y el Conservador), quienes habían realizado encarnizadas luchas en el pasado y deponían sus odios en un ambiente de paz, para hacer una nación. Por esa razón, los colores que representan a los partidos se muestran de una manera equitativa. En cambio, el color blanco, que representa la paz, existe en mayor abundancia. Para Manuel E. Amador, las estrellas representan la pureza y la fuerza que rigen la vida cívica del Estado en su camino a la realización de los destinos de la humanidad.

María Ossa de Amador, madrastra de Manuel E. Amador, junto con su cuñada Angélica Bergamota de De La Ossa y María Emilia de la Ossa, hija de Angélica, confeccionaron el lienzo que representaría la nueva bandera panameña. La confección de la bandera se realizó con el mayor sigilo y secreto posible, ya que tenían temor de que las autoridades colombianas pudieran notar estas actividades. El lienzo fue hecho con lanilla comprada de tres almacenes diferentes de la ciudad de Panamá: Bazar Francés (lanilla blanca), La Delia (lanilla azul), La Villa de París (lanilla roja).



Debido a que en la casa de Manuel Amador Guerrero se estaban planeando reuniones de la gesta separatista, se decidió no confeccionar la bandera en ese lugar; en cambio se hizo la confección en la casa de Angélica, quien tenía buenas habilidades en la costura. La confección se hizo en la clandestinidad, manteniendo las puertas y ventanas cerradas y trabajando con una máquina de coser. Debido a la situación de tensión, se deciden trasladar a una casa contigua que estaba desocupada y salieron tres banderas: dos grandes y una pequeña (resultado de los retazos de las tres lanillas). En la mañana del 2 de noviembre, fueron llevadas las dos banderas grandes a la casa de María de la Ossa de Amador. La tercera bandera se quedó en la casa de Angélica y posteriormente fue llevada a Estados Unidos.




Cuando tuvo éxito la gesta de separación, una de las banderas grandes fue paseada por las principales calles el martes 3 de noviembre, día de la Separación de Panamá de Colombia, por Alejandro de la Guardia. Fue bautizada el 20 de diciembre del mismo año en la Plaza de la Independencia por el reverendo padre fray Bernardino de la Concepción García, capellán del ejército. Los padrinos de la bandera fueron el doctor Gerardo Ortega con doña Lastenia U. de Lewis y don José Agustín Arango con doña Manuela M. de Arosemena.